viernes, 26 de junio de 2009

QUITO CENTRO HISTÓRICO



Quito a los 31 años de ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO evidencia sus esfuerzos por conservar su legado histórico.

A medida que se pone el sol, se encienden las luces de las calles, plazas, edificaciones y los balcones de la carita de Dios.

La arquitectura monumental, los tesoros artísticos, barrios tradicionales con callejuelas estrechas y los entornos naturales hacen de Quito el centro histórico más grande de Latinoamérica, guarda un enorme patrimonio cultural y artístico.

En el sector se ubican iglesias patrimoniales, entre las cuales sobresalen la iglesia de La Compañía de Jesús, el Convento de San Francisco y la Catedral Metropolitana. Además, de majestuosos templos y museos que atesoran trascendentales obras maestras de la pintura y escultura colonial y moderna.

Video: Quito-Ecuador Youtube

martes, 23 de junio de 2009

RESTAURACIÓN PLAZAS Y PLAZOLETAS – PROGRAMA URBANO

El programa urbano está dado por tres componentes: la recuperación de espacios públicos, recuperación de la imagen urbana y dotación de mobiliarios (iluminación, bancas, basureros, siembra de árboles, etc.).

La plazoleta de San Blas y Hermano Miguel son las puertas de entrada al centro histórico, con una inversión de 350.000 dólares, hoy representan un rostro renovado.

Las labores de restauración de la Plaza de San Blas se basaron principalmente en la construcción de una plataforma que alberga las áreas verdes. Se reubicó una pila de agua para dar cabida a las jardineras que rodean, renovación de pisos, pintura de las fachadas circundantes, sistemas de escalinatas que permiten el acceso de minusválidos, iluminación, dotación de mobiliarios y música ambiental.

El símbolo de Patrimonio Cultural de la Humanidad ubicado en la Plazoleta del Hermano Miguel es el punto de entrada al centro de Quito donde se ha colocado un poste que contiene un reloj solar que marca el paso de las horas.

Desde ahí inicia una aventura incomparable, el tiempo pasa pero los recuerdos del centro de Quito están vivos por las historias que guardan sus calles, plazas e iglesias.

Eugenio Espejo cultor de ideas revolucionarias, luchó por la independencia, luchó para ser tratados como ciudadanos, conservar el tesoro de la Carita de Dios es el deber de los quiteños.


La rehabilitación de las dos plazoletas tuvo como propósito integrar las plazas y las vías circundantes en un solo elemento urbano para mejorar las actividades peatonales sobre las vehiculares. Además, representa una postal magnífica que guiará a todos los visitantes a un viaje del cual no se querrá salir.

Mafla asegura que el Centro Historio es la casa grande de Quito y el deber como ciudadanos es mantenerla, cuidarla y brindarle protección.

Desde hace décadas se han dictado ordenanzas para preservar el patrimonio. Existe una Comisión del Centro Histórico, encargada de velar por el cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural y la Ley de Régimen Municipal.
Foto: Internet

domingo, 21 de junio de 2009

SALTO DEL PATÍN

El salto del patín es un entrenamiento que realizan los militares para simular la caída desde un helicóptero en los sitios de guerra.

Es una actividad que necesita de mucha concentración y tomar las debidas precauciones al momento de efectuar el ejercicio.

Hay diferentes formas de lanzarse: de cabeza, de espalda y la caída del ángel.

En el campamento de los Iwias a diario se practica esta actividad con el fin de preparar a los soldados de guerra.

Los instructores son los encargados de este trabajo. Ellos enseñan a los aspirantes los nudos que deben realizar, los mismos que forman una silla que apreté su cintura y extremidades inferiores, para luego con los arnés poder saltar al vacío de 30 metros de altura.
Foto: Belinda Terneus

¡MI TRAVESÍA!

La aventura iniciaba y yo cargaba una maleta de unas 40 libras.

La caminata empezó para adentrarse en la selva, ni bien ingresábamos y el fango cubría las botas de todos.
Unas cuantas amigas se enlodaron hasta la cintura, cada paso que dabas era un riesgo que se corría, no se sabía en donde ibas a meter el pie.
Después de caminar en la lluvia por más de dos horas hicimos paradas en las estaciones para aprender sobre las plantas medicinales, la cacería, la comida que se podía conseguir en la selva y cómo hacer fuego.

La marcha continuó hasta llegar al zoológico de los Iwias donde un monito llamado Pancho te daba la bienvenida, te abrazaba y se colgaba en tu cabeza.

Poco a poco la noche caía, caminamos por 15 minutos, hasta llegar a un montón de árboles donde teníamos que armar la hamaca toldo para dormir.

Siendo las 18:30, yo no armaba mi hamaca toldo, le dije al teniente que yo no podía dormir ahí que me dolía la cabeza y el pie, así que espere hasta que me llevara a una cabaña.

Una lluvia super fuerte empezó a caer, mis compañeros desesperados subían porque sus hamacas se inundaron.

Casi todos durmieron sentados en unas sillas de plástico. A las 04:00 nos llevaron de regreso al campamento base.

Se la sufrió. Pero bueno en esta vida hay que aprender de todo.
Foto: Belinda Terneus

¿QUIÉNES SON LOS IWIAS?

Los Iwias llevan 28 años preparando a los mejores soldados de guerra. La escuela tiene su propio cuartel de entrenamiento en las instalaciones del Fuerte Militar Amazonas ubicado en Shell, en la provincia de Pastaza, a cinco horas de Quito.

En la fachada principal del fortín, construido de madera y paja toquilla, se cuenta una leyenda: “Cuando una hoja cae en la selva el águila la ve, la culebra la siente y el tigre la olfatea. El soldado Iwia, la ve, la siente y la olfatea”.

Los Iwias poseen una gran capacidad para escuchar a largas distancias, también reconocen fácilmente el sonido que se produce al caminar y diferenciar las huellas de personas y las de distintos animales.

En el destacamento se han reclutado indígenas de las nacionalidades: Shuar, Quichua, Achuar, Huaorani, Shiwiar, Andoas, entre otras. Ellos complementan su formación con armas convencionales, tácticas y estrategias militares.

En el lugar hay 30 cruces blancas que representan el cementerio de los soldados conocidos como los Demonios de la Selva, siendo un homenaje al personal caído en la guerra del Cenepa en 1995.

Cerca del cementerio se practica el salto del patín que tiene 30 metros de caída. Los militares lo ejecutan para demostrar agilidad al momento de saltar desde un helicóptero.

El cuartel general está ubicado en un gigantesco encañonado selvático a orillas del río Pastaza.
Foto: Belinda Terneus